Sí, a mi entender parar, levantarse e irse de una entrevista de trabajo es una medida muy drástica, una línea roja, pero también entiendo que hay situaciones en las que es sin duda, la acción más digna, justa, sensata y preventiva que una persona puede hacer.
Cada ser humano tiene un valor inherente, su dignidad. No dejes que nadie te haga sentir que la tuya no cuenta.
Aquí te dejo algunos límites de inflexión donde deberías considerar muy seriamente parar, levantarte y marcharte de una entrevista con un o una RH absolutamente incapaz e incompetente. Aunque recuerda que la decisión última es solo tuya.
Comportamiento abiertamente discriminatorio e ilegal
RH: preguntas directas o insinuaciones sobre tu edad, género, orientación sexual, religión, origen étnico, estado civil, planes familiares (hijos), discapacidad no relacionada con las funciones esenciales del puesto. Comentarios sexistas, racistas, xenófobos, etc.
Por qué irse: esto no solo es incompetente, sino ilegal y profundamente ofensivo. Quedarte valida tácitamente ese comportamiento. Tu dignidad está por encima de cualquier trabajo.
Acoso o un comportamiento inapropiado
RH: comentarios sobre tu apariencia física de forma lasciva o incómoda, preguntas excesivamente personales e íntimas no relacionadas con el trabajo, insinuaciones sexuales, contacto físico no deseado (aunque sea sutil).
Por qué irse: tu seguridad y bienestar son primordiales. Ningún trabajo justifica soportar acoso.
Falta de respeto flagrante y una humillación deliberada
RH: burlas abiertas sobre tus respuestas o tu CV, interrupciones constantes y despectivas, un tono de voz agresivo o condescendiente de forma sistemática, intentos deliberados de hacerte sentir estúpido o inferior.
Por qué irse: un RH que recurre a esto no solo es incompetente, sino probablemente una persona muy tóxica. El ambiente laboral que representa será seguramente igual o mucho peor.
Caos y desorganización extremos que demuestran desprecio por tu tiempo
RH: llegas a la hora y te hacen esperar una cantidad de tiempo irrazonable sin explicación ni disculpa (más de 30-45 minutos), el entrevistador no aparece o manda a alguien no preparado en su lugar sin previo aviso, la entrevista se interrumpe constantemente por llamadas personales o asuntos no urgentes del entrevistador.
Por qué irse: esto demuestra una falta total de profesionalismo y respeto por ti como candidato. Si así tratan a los candidatos, imagina cómo tratarán a los empleados.
Evidencia clara de que el puesto o la empresa son un fraude o engaño
RH: la descripción del puesto en la entrevista difiere radicalmente de lo anunciado sin una explicación lógica, te piden dinero para “materiales de formación” o para “asegurar el puesto”, promesas vagas y grandilocuentes que suenan demasiado buenas para ser verdad sin sustancia que las respalde.
Por qué irse: estás perdiendo el tiempo y podrías estar entrando en una situación problemática o ilegal.
Incompetencia tan profunda que la entrevista es inútil
RH: el entrevistador claramente no ha leído tu CV, no sabe nada sobre el puesto para el que te entrevista, hace preguntas completamente irrelevantes o absurdas de forma continuada (como las que mencionamos antes) sin ningún intento de conectar con las habilidades requeridas. La conversación no va a ningún lado productivo.
Por qué considerar irse: si la persona que te entrevista no puede llevar a cabo la función más básica de su rol (evaluar candidatos), es una señal de alarma masiva sobre la calidad de la empresa y su gestión. Podrías estar perdiendo un tiempo valioso.
Ambiente claramente tóxico o negativo revelado por el entrevistador
RH: el entrevistador se queja amargamente de la empresa, de sus compañeros o de su propio trabajo; revela chismes o información confidencial negativa de forma poco profesional; describe una cultura de miedo, microgestión extrema o falta de ética como si fuera normal.
Por qué considerar irse: te están dando una vista previa gratuita del infierno laboral. Agradece la “honestidad” (o indiscreción) y corre.
Cómo levantarse y marcharse con profesionalismo
Aunque la tentación sea salir corriendo o decir unas cuantas verdades, si decides irte, intenta hacerlo con la mayor dignidad y profesionalismo posible. Mantén la calma. Respira hondo. No te dejes llevar por la ira o la frustración del momento.
Sé breve y directo, puedes argumentar:
“Agradezco su tiempo, pero creo que esta no es la oportunidad adecuada para mí. Con su permiso, me retiro.”.
“Después de esta conversación, me doy cuenta de que mis expectativas y lo que esta empresa o posición ofrece no están alineados. Gracias por su tiempo.”.
Si la cosa se complica y el o la RH se pasa bastante contigo o en caso de un comportamiento ofensivo, puedes terminar la entrevista e irte con alguna frase como: “…lamento tener que interrumpir, pero considero que algunos comentarios o preguntas han sido inapropiados, y prefiero no continuar con la entrevista. Gracias.”.
Evita a toda costa entrar en discusiones (no olvides que estas en terreno del o de la RH), ten en cuenta que no necesitas justificar tu decisión ni entrar en debates absurdos. Simplemente anuncia tu intención de irte y sin más levántate y sal de la entrevista de forma tranquila y decidida.
Tu dignidad, tu tiempo y sobre todo tu salud mental son muy valiosos. No olvides que una entrevista de trabajo es una vía de doble sentido, tú evalúas a la empresa tanto como ellos te evalúan a ti. Si las señales de alarma son lo suficientemente fuertes y claras, irse no es en absoluto un fracaso, sino un acto preventivo para tu salud y una decisión extremadamente inteligente que te evitará disgustos o trastornos de salud. Personalmente te digo que confíes en tu instinto y que empresas hay muchas y todas ellas necesitan colaboradores como tú, recuerda que sin colaboradores no pueden funcionar.
Recuerda el sabio dicho castellano que dice: “…no vale la pena ganar dinero para gastártelo en medicación…”.
josé martínez
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