Salud y contaminación del aire, son inseparables. La contaminación atmosférica o del aire tiene importantes impactos en nuestra salud. Es, sin duda, un problema vital de salud pública que tiene un impacto negativo en nuestra salud.
Reducir la contaminación del aire a través de medidas de mitigación y políticas ambientales podría ayudarnos a proteger nuestra salud y mejorar la calidad de vida de todos los seres vivos en general. La calidad del aire se ve afectada directamente por la presencia, en mayor o menor cantidad de PM y de NO2 en suspensión.
¿Cuáles son las consecuencias para nuestra salud de las cargas de partículas o polvo fino, medidas en base a fracciones PM2,5 y PM10? Numerosos estudios epidemiológicos recientes han demostrado aún más claramente los efectos perjudiciales de estas partículas finas para nuestra salud. Los aspectos estudiados van desde las vías fisiopatológicas fundamentales para el aumento de la mortalidad, incluidos los déficits cognitivos y el crecimiento pulmonar de los niños, hasta patologías circulatorias y respiratorias, sin olvidar la multiplicación de casos de asma y alergias. Los aspectos aún en discusión son el impacto en el desarrollo prenatal (nacimiento prematuro, peso al nacer), así como los impactos en el desarrollo neuronal y en el rendimiento cognitivo.
Veamos algunos efectos sobre la salud establecidos con certeza y relacionados directamente con las PM10 y PM2,5.
Patologías fisiológicas:
- Inflamaciones localizadas en el tracto respiratorio, reportadas por ejemplo por la producción de granulocitos neutrófilos.
- Inhibición de la función de las células inmunes en pulmones.
- Empeoramiento de la tendencia a las alergias.
- Cambios en el control del ritmo cardíaco.
- Modificación de parámetros sanguíneos (coagulación, parámetros inflamatorios).
- Cambio en la función de las paredes vasculares.
Efectos a corto y medio plazo:
- Empeoramiento en personas que padecen asma o bronquitis crónica.
- Multiplicación de enfermedades infecciosas del tracto respiratorio en niños.
- Aumento del número de hospitalizaciones por enfermedades cardiovasculares.
- Aumento de la mortalidad infantil asociada a enfermedades respiratorias.
- Aumento del número de muertes por enfermedades cardiopulmonares.
Efectos a largo plazo:
- Deterioro de la función pulmonar y disminución del desarrollo pulmonar en niños.
- Disminución de la esperanza de vida debido a enfermedades cardíacas y pulmonares, incluido el cáncer de pulmón.
¿Pero qué son las PM? Las partículas finas o PM son uno de los principales contaminantes del aire. Todas las partículas PM son materia particulada que contiene una mezcla de elementos sólidos y líquidos suspendidos en el aire, incluidas partículas de polvo, metales, cemento y materia orgánica. Se clasifican según el tamaño de la partícula, medido en micrómetros (una milésima de milímetro): cuanto más pequeñas son las partículas, más fácilmente pueden penetrar en nuestro cuerpo. Por ejemplo, las PM2,5 son partículas finas con un diámetro de entre 0,1 y 2,5 µm. Pueden penetrar en el sistema respiratorio hasta los alvéolos pulmonares. Debido a su tamaño diminuto, las PM2,5 también pueden transportar compuestos químicos y metales tóxicos adheridos a su superficie, lo que agrava aún más su impacto en la salud humana y el medio ambiente. Uno de sus componentes es el carbón negro, producto de la combustión incompleta, especialmente del combustible diésel. Las principales fuentes de PM2,5 en las ciudades son el tráfico, la calefacción doméstica, la industria, así como la quema de madera, carbón u otros.
¿Qué es el NO2? El NO2 o dióxido de nitrógeno, es un gas de color marrón rojizo que forma parte de la familia de los óxidos de nitrógeno (NOx). Se forma principalmente durante la combustión a altas temperaturas, como la que ocurre en los motores de los vehículos, las centrales eléctricas y las instalaciones industriales. El NO2 es un contaminante atmosférico importante que contribuye a la formación de smog, la lluvia ácida y la degradación de la calidad del aire. El NO2 es uno de los principales contaminantes del aire: un gas tóxico e irritante que afecta al sistema respiratorio. El NO2 puede irritar las vías aéreas, agravando las enfermedades respiratorias (como el asma) y provocando un aumento de los ingresos hospitalarios y las visitas a las salas de emergencia. A largo plazo, la exposición al NO2 puede conducir al desarrollo de asma y aumentar la susceptibilidad a infecciones respiratorias. Su principal fuente son las emisiones de los vehículos de motor, especialmente los de motores diésel (cuanto más viejos son, más contaminan). Los niveles de NO2 son generalmente más altos en las ciudades debido a su mayor volumen de tráfico y suelen estar relacionados con la forma en que se diseñan las ciudades.
¿Cuáles son los estándares de calidad del aire en la UE? La legislación europea establece los niveles máximos de contaminación del aire permitidos en la UE. En el caso de PM2,5, las concentraciones medias anuales no deben exceder los 25 µg / m3. El límite anual para las concentraciones de NO2 es de 40 µg / m3.
¿Cuáles son las recomendaciones de la OMS? Basándose en la evidencia científica existente, en septiembre de 2021 la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció nuevos límites recomendados para la concentración de contaminantes en el aire. De acuerdo con esas pautas, las concentraciones exteriores de PM2,5 no deben exceder un valor medio anual de 5 µg / m3. El límite recomendado para exteriores para las concentraciones de NO2 es de 10 µg / m3.
Aunque estas pautas se consideran el estándar de oro para la protección de la salud humana, son solo recomendaciones y no son obligatorias.
¿Cuál es la diferencia entre las directrices de la OMS sobre contaminación atmosférica y las normas de la UE? Los estándares europeos están establecidos por la legislación de la UE y son obligatorios para todos los estados miembros. Las pautas de la OMS son solo recomendaciones. Los niveles máximos de referencia de la contaminación atmosférica recomendados por la OMS son mucho más restrictivos y, por tanto, proporcionan una mejor protección de la salud que la legislación de la UE, especialmente tras la actualización de las recomendaciones globales sobre la calidad del aire de la OMS publicada en septiembre de 2021.
Niveles límite de contaminación atmosférica (media anual):
- PM2.5 Nuevas recomendaciones de la OMS (2021): 5 µg/m3
- PM2.5 Recomendaciones de la OMS (2005): 10 µg/m3
- PM2.5 Directivas de la UE: 25 µg/m3
- NO2 Nuevas recomendaciones de la OMS (2021): 10 µg/m3
- NO2 Recomendaciones de la OMS (2005): 40 µg/m3
- NO2 Directivas de la UE: 40 µg/m3
¿Cuáles son las principales fuentes de la mortalidad asociada a PM2,5? Si se agrupan los datos de todas las ciudades europeas, las cifras muestran que la fuente que más contribuye a la mortalidad asociada a partículas PM2,5 son las emisiones generadas por las viviendas, con una media del 22,7% sobre el total de la mortalidad. En segundo lugar figura el sector agrario, al que se atribuye un 18% de la mortalidad por PM2,5, seguido de la industria (13,8%), el transporte (13,5%), el sector energético (10%), las fuentes naturales (8,8%) y el transporte marítimo (5,5%).
¿Cuáles son las principales fuentes de la mortalidad asociada a NO2? En conjunto, el sector del transporte es el principal contribuyente a la mortalidad asociada a NO2, con una media del 48,5% sobre el total. Otros sectores con contribuciones destacadas son la industria, con un 15%, el sector energético, con un 14,7%, las viviendas (10,3%) y el transporte marítimo (9,7%).
¿Cuál es actualmente la tendencia en Europa en cuanto a disminución o aumento de emisiones de PM y de NO2? La Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) es la encargada de analizar la calidad del aire en Europa desde el año 2000 hasta hoy. Para ello, utiliza datos de más de 400 estaciones de seguimiento repartidas por toda Europa. AEMA concluye que alrededor del 80 al 85 % de los habitantes de las ciudades europeas todavía estaban hoy expuestos a niveles de contaminación del aire considerados nocivos por la Organización Mundial de la Salud (OMS). He de decir que esta proporción era del 87% en el año 2013. Por tanto, se observa una ligera mejora en las ciudades europeas, por lo que hoy la tendencia parece ser descendente. Aún así, son imprescindibles medidas más contundentes. Según Hans Bruyninckx, exdirector de AEMA: “…las autoridades, las empresas y los investigadores deben acelerar el paso…” “…necesitamos abordar las raíces de la contaminación del aire, lo que requiere una transformación fundamental e innovadora de nuestros sistemas de movilidad, energía y alimentación…”.